Friday 11 June 2010

Supón que una barca está cruzando un río y que otra barca, vacía, está a punto de chocar con ella. Aun un hombre irritable no se enojaría. Pero supón que hubiera alguien en la segunda barca. Entonces el ocupante de la primera le  gritaría  que se mantuviese apartado. Y si no le oía la primer vez, ni aun cuando le llamase tres veces, malas palabras seguirían inevitablemente. En el primer caso la barca estaba vacía, en el segundo estaba ocupada. Y así ocurre con el hombre. Si pudiera cruzar vacío la vida, ¿Quién podría dañarle?

Chuang Tse

1 comment:

  1. leí todos tus posts desde la última vez que estuve por aquí.
    desde "carne de zen,huesos de zen"(donde dejé un comentario) hasta aquí.
    y sólo me queda saludarte y aplaudirte.

    mil besos*

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