Thursday 2 September 2010

Un Buda

En Tokio vivían dos prominentes maestros de caracteres opuestos. Uno de ellos, Unsho, seguía los preceptos del Buda escrupulosamente. No probaba jamás bebidas alcohólicas, ni ingería alimento alguno a partir de las once de la mañana. Por el contrario, Tanzan, no respetaba nunca los preceptos. Comía cuando tenía hambre, y, si le entraba sueño, dormía durante el día.
Unsho decidió ir a visitar a Tanzan. Lo encontró bebiendo alegremente vino, del que se supone ni una sola gota debe tomar la lengua de un budista.
-¡Hola, hermano!- le saludó Tanzan. -¿No quieres un trago?-
-¡Nunca bebo!- exclamó Unsho solemnemente.
-Alguien que no bebe no es siquiera humano- declaró Tanzan.
-¿Quieres decir que me consideras inhumano simplemente porque no consiento en beber líquidos embriagantes?- exclamó Unsho, irritado.-Si no soy humano, ¿qué soy entonces?-
-Un Buda-, respondió Tanzan.

Carne de zen huesos de zen.